Hace unos años me compré el libro de los Rodríguez- Lo leí de Pe a Pa… Un increíble compilado de la historia de ‘los dos mas grandes’ que han nacido bajo la bandera del águila que posa majestuosamente sobre la nopalera. Ese libro hizo que me sintiera de lo más mediocre: Yo como muchos, endiosaba a Pedro y a Ricardo. ¿Por qué la blasfemia? Todo lo que hicieron es anecdótico. A mí lo que más me impresiono fue la victoria de Pedro en Le Mans… Un gran logro, pero logrado con la ayuda de un belga: Lucien Bianchi. ¿Y el autódromo? Bueno, a mi me daría pena que uno de los monumentos más grandes al tráfico de influencias llevara mi nombre. Me gustaría que quitaran el nombre de los Rodríguez del inmueble para no manchar su memoria.
¿Dónde están las verdaderas leyendas mexicanas? ¿Donde están los pilotos con el Curriculum de Sir Sterling Moss o Sir John Young Stewart o Juan Manuel Fangio o en menor medida de Jacky Ickx? Me niego rotundamente a idolatrar a un par de hermanos que tenían la posibilidad de tener cualquier cantidad de herramientas para conquistar el mundo y que al final del día sus logros son ridículos en comparación de los grandes del deporte.
Yo estoy seguro de que los mexicanos que hoy están en Europa son la verdadera generación de oro. Flaca la caballada, pero contundente.
¿Alguien vio la Sprint de GP2 en Silverstone? No me puede decir nadie que no se sintió orgulloso de ser mexicano cuando Checo tomo la punta y dejo a todos atrás como si fuera manejando un Formula 1?
¿Alguien vio la carrera dos de GP3? Sin hacer menos la victoria de Esteban en la 1, ésta ha sido una de las mejores carreras que he visto y no por la cantidad de rebases, sino por la calidad de estos. Guti pasaba por todos lados y hacia vueltas rápidas todo el tiempo. No me queda la menor duda de que él enseñó el camino a todas los demás pilotos de las demás categorías de cómo y dónde se podía dar cuenta de sus contrincantes en el nuevo Silverstone.
Lo mejor de todo lo que se está cocinando en Europa es que estos dos muchachos están salvando el honor y el orgullo nacional. Sus victorias y sus grandes carreras alimentan mi espíritu. Hacen ver que al final de este túnel de miedo, desempleo e inseguridad hay una luz que todo lo puede… que todo lo logra. Que no todo está perdido y que si por lo menos nos esforzamos una décima de lo que lo hacen estos hombres podemos cambiar muchas cosas. Que somos ejércitos vencedores en estas guerras de los tiempos modernos.
Nada mal para algo tan banal como las telenovelas.
Cuando un adulto me dice que los viejos tiempos fueron mejores, me da un poco de risa. Por lo menos en esta era no ha sucedido. Tal vez veamos al pasado con una mirada mélancolica causada porque queremos recuperar nuestra juventud pero al final, desde la expectativa de vida, los avances médicos y tecnológicos hasta los pilotos mexicanos, el pasado nunca fue mejor que el presente… O que el futuro.