Al pensar en los liveries más feos en la historia de la Formula 1, me vienen a la mente el Moneytron Onyx ORE-1 de la temporada 1989, el Brabham BT60 de la temporada 1992, el Ligier JS39 de la temporada 1993 y el Sauber C13 de la temporada 1994… La cuestión con esos coches es que al verlos, se ve que hay un concepto y toda la intención en cuanto a diseño de livery y el uso de los colores hasta cierto punto armónicos con sus patrocinadores, algo de lo que el nuevo Sauber C30 no puede presumir. El esquema pictórico del carrito de Checo es tan feo, pero tan feo, que el museo de Louvre lo confundió con una obra maestra de arte contemporáneo.
El C30 tiene unos colores básicos bonitos: blanco, gris y rojo. Parece ser que este triunvirato de colores contrastantes son ahora la obsesión de Peter Sauber, como lo fueron desde 1996 con el C16 y hasta el C24 en el 2005 el azul y el verde turquesa. Sin importar los patrocinadores, el esquema de colores de coches no cambia, y esa es una constante a lo largo de la historia de Sauber. Así que yo no culparía a Carlos Slim por no poner atención en el diseño del monoplaza que lo representa: el único loco aquí e Peter Sauber.
Consideremos también el aspecto comercial. Alrededor del mundo las líneas fijas han ido a la baja, y México no ha sido la excepción. Solo en el 2010 cerca de 300 mil líneas fueron canceladas. El control financiero del conglomerado de Carlos Slim lo lleva América Móvil y no Telmex. Esto se traduce en que lo que de verdad está llenando los bolsillos del mexicano son las compañías de telefonía móvil de México y Sudamérica y que lo único que mantiene a flote a la telefónica mexicana es su red de datos [recuerden que desde hace algún tiempo los usuarios de Prodigy son premiados con la multiplicación de la velocidad de su ancho de banda, y esto no es por generosidad, es un golpe de timón para mantener a flote a la compañía]. De ahí que en el monoplaza no estén los colores de Telmex pero si los logos de Claro y Telcel… Prepárense para la desaparición de Escudería Telmex.
Dejando el tema de los colores a un lado, el diseño de chasis del C30 es simplemente espectacular, desearía que el color dominante no fuera blanco para que a primer ojo, la gente pudiera apreciar mejor su gran belleza. Después de ver las fotos en alta resolución, les puedo decir esto: Si bien tiene partes que permanecen idénticas al C29 (piso, espejos e incluso el ala delantera que es preocupantemente parecida a la que usó el seminuevo fórmula en el Gran Premio de España) tiene una evolución lógica y parece que los problemas de adaptación del motor Ferrari Tipo 056 [ligeramente reducido en tamaño] están resueltos. En ese apartado me llama mucho la atención el desarrollo de suspensión trasera: tuvieron muchísimo cuidado en aislar el trapecio inferior de los caños de escape, lo que supone mejor tracción a largo plazo (su punto fuerte será de la mitad de las carreras en adelante).
El ducto de aire central tiene mucho menos superficie y eso le permitirá ir más rápido en línea recta. Tambien noté que los pilotes que ‘sostienen’ esa entrada de aire y que en realidad la hacen de barra antivuelco, se duplicaron… Recuerdo haber visto ese diseño en algún viejo Mclaren, no recuerdo bien. Ma da mucho gusto la prohibición de la aleta de tiburón en la tapa del motor, era auténticamente espantosa. Al filo de la tapa encuentro una solución muy inteligente. Ahí hay una abertura que apunta hacia el ala-pilote que sostiene el ala trasera. Recuerdo que en mis clases de vuelo ultraligero me ensañaron que los aviones en invierno vuelan mejor, porque el aire frío es más denso que el caliente y por ende hay más sustentación. En un auto de carreras y con lo que tiene que ver con elementos verticales, entre menos arrastre mejor. Esa salida de aire caliente cortara como mantequilla a todo lo que se le atraviese.
El C30 con todas sus soluciones inteligentes y evoluciones lógicas andará fuerte y al final de la temporada coqueteará con el título de The best of the rest.
Carlos Slim no es como el rey midas (porque hay grandes negocios que le han fallado como el caso de CompUSA) pero tiene un gran ojo para los negocios. Sabe reconocer a empresas mediocres y hacerlas absolutamente eficientes y altamente lucrativas. Sauber me parece un gran paso pero no debe ser el único, finalmente el staff del equipo suizo está compuesto (y a lo largo de su historia lo ha estado) de gente profesionalmente mediana. Me pregunto cuál será el siguiente movimiento que nos llevará a la grandeza automovilística…
